Espera lo mejor, prepárate para lo peor
Mientras la pandemia, poco a poco, languidece, la consigna parece ser esperar y ver qué sucede con el otro gran problema que tiene el mundo: la guerra de Ucrania y sus efectos en la economía
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Entrando en materia:
Después de la pandemia, Austria va volviendo poco a poco a la normalidad, aunque el mar de fondo producido por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania sigue marcando la actualidad, especialmente en el aspecto económico.
Aunque no se dice, el país y, sobre todo, sus centros de poder, se encuentran a la espera de lo que pueda suceder con el suministro energético.
La consigna es “espera lo mejor, prepárate para lo peor”. Y esperar acontecimientos.
#Una reserva estratégica de gas
Quizá la noticia de la semana, como te contaba estos días, es que el Gobierno austriaco está aprovechando estos momentos de compás de espera para llenar los depósitos de reserva de gas en Austria.
En estos momentos, las reservas se encuentran al 16%, lo que corresponde al consumo de un mes de invierno frío. Con las reservas llenas (cosa que, por cierto, sería fantásticamente cara) Austria podría aguantar 12 meses sin importar nada de gas.
La novedad es que, lo mismo que existe una reserva estratégica de petróleo, al considerarse un insumo vital, se va a crear una reserva estratégica de gas, por valor de 1500 millones de euros.
#Mauthausen
Las sanciones a la Federación Rusa y el repudio internacional (casi) unánime por la invasión de Ucrania trasciende lo económico y ha tomado también el terreno de los simbólico.
Esta semana, el comité del memorial de Mauthausen, el cual organiza las conmemoraciones de la liberación del campo de concentración del mismo nombre, situado en las cercanías de Linz, ha decidido comunicarles a los embajadores en Austria de Rusia y Bielorrusia que no son bienvenidos en los actos conmemorativos de 2022.
Esta “desinvitación” no se hace extensiva, naturalmente, a víctimas y familiares de víctimas de esas nacionalidades.
#Mascarillas y cerebros
La pandemia va cediendo poco a poco (aunque, según todos los expertos, el “virus malandrín” volverá a preocuparnos a la vuelta del verano) y también las medidas para atajar los posibles contagios, los cuales bajan sostenidamente desde primeros de abril (también porque se hacen muchos menos tests, esa es la verdad).
Las noticias sobre la guerra de Ucrania también ocultan un poco el malestar existente entre el Gobierno y la unidad de intervención GECKO, que se creó para intentar darle un poco de respaldo científico a algunas decisiones que no terminaban de entenderse demasiado bien desde el unto de vista político.
Esta semana, según parece, sin consultar a esa comisión, el Gobierno ha anunciado que a partir del día 25 de abril, o sea, del próximo lunes, no será obligatoria la mascarilla en las escuelas austriacas.
Esta medida se une a la desescalada general de la semana pasada.
Dadas las festividades de semana santa el debate también se ha trasladado a la Iglesia Católica austriaca.
El cardenal Schönborn, durante el programa Pressestunde, pidió “que llovieran cerebros” y que cayeran, como es lógico, en las cabezas de los antivacunas. Esto hizo que uno de los obispos austriacos se echase las manos a la cabeza, y se preguntase por qué la Iglesia se tenía que meter en el asunto de la vacunación o no, y si era necesario que se tomasen posturas públicas “tan extremas” como la del cardenal Schönborn.
Se podría tomar la frase de su eminencia como una variación del ya famoso “meteorito, cae pronto y extingue la raza humana” que algunos entonan con aire fatalista al escuchar las tonterías de negacionistas y antivacunas.
#Nitsch
Hermann Nitsch, uno de los artistas austriacos contemporáneos más influyentes y un genio de la pintura y de la performance al que muchos han comparado estos días con titanes como Schiele y Klimt, falleció esta semana en Mistelbach a los 83.
Tan amado como odiado en algunos momentos, sobre todo por la Austria más conservadora, Nitsch fue el fundador del Wiener Aktionismus, un movimiento que fue un revulsivo en la pacata Austria de la posguerra mundial.
#Esta semana en el Cervantes
El centro de la cultura española en Viena encara su semana grande, la semana del libro. Hoy, en la biblioteca Juan Gelmán se celebrará una fiesta en la que se leerán fragmentos de la obra de la galardonada de este año, la poeta Cristina Peri Rosi. Mañana, a las once de la mañana, se entregarán rosas a los viandantes con motivo del día de San Jorge/San Jordi (tradición muy catalana, la de la rosa y el libro).
La semana que viene, el día 25 tendré el honor de dialogar con Leonardo Padura, gran escritor cubano que presentará en Viena la traducción al alemán de su libro “Como polvo en el Viento”.
El día 27, en el marco de un acto en la Schwarzenberg Platz, Jesús Cimarro, el director del Festival de Teatro Romano de Mérida, presentará la programación de esta cita ineludible para los amantes del teatro.
Como siempre, puedes informarte de las últimas novedades en www.cervantes.viena.es.
Esto ha sido todo por esta semana. El próximo viernes, más.